Un reciente estudio sobre ciberataques, reveló que más del 60% de las pequeñas y medianas empresas españolas que sufren ataques informáticos graves, no logran recuperarse y terminan cerrando sus puertas en menos de seis meses.
Como verán, esta cifra pone de manifiesto la creciente amenaza que representa la delincuencia informática para el tejido empresarial de España, más que nada para las pymes que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad máxima.
Un panorama cada vez más oscuro producto de los ciberataques
Lamentablemente, los ciberataques se convirtieron en una constante del día a día empresarial. Es más, desde el “phishing” hasta el ransomware, las tácticas empleadas por hackers son cada vez más sofisticadas y difíciles de detectar.
Al parecer, las consecuencias de estos ataques van más allá de la pérdida económica, ya que pueden comprometer la reputación de una empresa, la privacidad de sus clientes y, en algunos casos, incluso poner en riesgo la continuidad del negocio.
Por lo pronto, las pymes, debido a sus limitados recursos y a una menor concienciación sobre los riesgos cibernéticos, se convierten en objetivos fáciles para los atacantes.
Además de ello, la falta de inversión en materia de seguridad informática, la escasez de personal especializado y la desconfianza en las soluciones de seguridad, son algunos de los factores que explican esta mayor vulnerabilidad.
El alto coste de los ataques informáticos
Por lo general, los daños que causa un ciberataque pueden ser devastadores para cualquier compañía.
De hecho, además de las pérdidas económicas directas, como ser el coste de la recuperación de los datos y la reparación de los sistemas, las firmas suelen padecer la reducción de ingresos, la pérdida de clientes y la erosión de la confianza.
A quienes sostienen que el coste medio de un ciberataque para una pyme española ronda los 50.000 euros.
Sin embargo, este dato puede ser muy variable en función de la gravedad del ataque y del tamaño de la empresa.
¿Cómo proteger a las pymes?
Frente a este contexto, lo mejor es que cada pyme tome conciencia de los riesgos y adopte medidas para protegerse. Algunas de las acciones que podrían llevar a cabo son:
-Formación y concienciación: Es clave informar a los empleados sobre las amenazas informáticas, y explicarles cómo identificarlas y evitarlas.
-Inversión en seguridad: Fundamental implementar soluciones de seguridad robustas, como antivirus, firewalls y sistemas de detección de intrusiones.
-Realización de copias de seguridad: Deberás realizar regularmente copias de seguridad para proteger la información sensible de la compañía.
-Actualización de software: Para esto tendrás que mantener todos los programas y sistemas operativos actualizados con los últimos parches de seguridad.
-Elaboración de un plan de respuesta a incidentes: Es crucial diseñar un plan detallado para responder de manera eficaz en caso de sufrir un ataque de este tipo.
La importancia de la colaboración público-privada
La lucha contra el delito informático requiere de un esfuerzo conjunto de las empresas, las administraciones públicas y los organismos de seguridad.
Es más, iniciativas como el convenio firmado entre la Fundación CEOE y el Incibe resultan fundamentales para mejorar la ciberseguridad de las empresas españolas.
En resumen, los ataques informáticos representan una amenaza real y creciente para las pymes. Por ende, hay que dejar en claro que invertir en ciberseguridad no es un gasto, sino una inversión en el futuro de la empresa.
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(S.M.C)